A nivel nacional, Colombia mueve en gran porcentaje mercancía por medio del transporte terrestre, motivo por el cual empresarios y trabajadores del medio sienten preocupación tras los cierres de puertos y fronteras por las diferentes restricciones dadas en los protocolos nacionales.

La aparición del COVID-19 afectó la economía mundial y disminuyó el mercado mundial de la mayoría de sectores socioeconómicos de todas las naciones. Si habláramos internacionalmente, las empresas cambiaron su foco principal y comenzaron a reinventarse para sobrellevar la situación.

Se pensaría que el mundo digital y las exportaciones mundiales tendrían un gran aumento  en sus funciones, pero al contrario, se ha notado una reducción de la demanda de servicios internacionales de transporte y logística, sin importar las diferentes modalidades de transporte: el aéreo, el marítimo y terrestre.

La reactivación de las actividades económicas nacionales en cuanto a la logística  resulta así ser de carácter prioritario ya que muchas empresas han optado por dejar la importación y distribuir nacionalmente, aunque vale la pena aclarar, si no se cuenta con los permisos necesarios y no se cumplen los los requerimientos sanitarios dados por el gobierno, dichas distribuciones no podrán realizarse.

La Pandemia afecta negativamente la cotidianidad laboral, pero haciendo un balance del movimiento económico en cuanto a logística se puede llegar a la conclusión de que gracias a la Pandemia, el sector de transporte incursiona ahora en el mundo digital con el fin de facilitar el diligenciamiento de los documentos y registros de mercancías, asesorías virtuales y gestiones de  contratación, operación y carga por toda la cadena de suministros.

Los  recursos antes mal administrados o de un tiempo alargado ahora son más productivos y efectivos sin mencionar más  racionales tras adaptarse a esta nueva alternativa para el sector de transporte nacional.